He dicho que no soy partidario de expresar críticas, pero debo decir: Señor, su país merece más de lo que usted ha ofrecido. El aislamiento, miedo, insultos y divisiones sociales no pueden ser el camino a la grandeza de un presidente o de una nación.
Equipo InfoesVida
Ciudad de México, 12 de septiembre de 2016. El empresario mexicano, Juan Pablo del Valle, presidente del Consejo Mexichem, publicó una carta en su cuenta de Twitter @JuanPdelvalle en donde refuta cada uno de los argumentos de odio que el candidato republicano, Donald Trump, ha hecho contra México en su campaña proselitista con miras a llegar a la oficina oval.
El empresario junto con su padre Antonio del Valle, presidente honorario de Mexichem, ocupa el lugar número 11 en la lista de los millonarios mexicanos de Forbes, con una fortuna calculada en 2 mil 600 millones de dólares.
Entre las palabras que rescatamos de la carta del empresario mexicano, queremos tomar la de “respeto”.
A continuación la carta de Juan Pablo del Valle:
Estimado Donald Trump
Le escribo como un mexicano y hombre de negocios que viaja regularmente entre nuestros países, alguien que invierte en su nación y en la mía, alguien que cree realmente que México y Estados Unidos sólo pueden ser grandes juntos.
Como un mexicano que trabaja en Estados Unidos y México, no soy portador de crimen o droga, soy portador de inversiones, creador de empleos y produzco una variedad de componentes que se integran a productos estadounidenses como paneles solares, revestimientos de tuberías de petróleo y productos farmacéuticos.
Soy presidente del consejo de Mexichem y hemos invertido más de 2,000 millones de dólares en los Estados Unidos en los últimos cinco años. Operamos en 13 estados y generamos miles de empleos bien pagados que constituyen, la que yo creo es la mejor fuerza de trabajo en la industria global de petroquímicos y derivados de Fluor.
Nuestra historia es como la de cualquier industria de Norteamérica. Como muchas compañías que operan de los dos lados de la frontera, nuestra operación en los Estados Unidos depende de nuestras operaciones en México y viceversa. Por ejemplo, compramos gas natural principalmente en Texas y lo convertimos en plásticos en las fábricas de los Estados Unidos y México, pero también en Colombia y Alemania. De hecho, así es como funcionan los negocios modernos: 40 centavos de cada dólar exportado por México al mundo contiene componentes estadounidenses, las autopartes cruzan la frontera en un promedio de ocho veces antes de convertirse en un vehículo que se ensambla en Detroit y se exporta a Europa.
En otras palabras, estamos juntos en esto.
Como líder de negocios, sé que las palabras que uso y el respeto que muestro por los empleados de Mexichem ayudan a definir la cultura laboral y el éxito de la compañía. Estoy seguro que esto aplica de igual modo para una oficina tan relevante y poderosa como la presidencia de los Estados Unidos.
He dicho que no soy partidario de expresar críticas, pero debo decir: Señor, su país merece más de lo que usted ha ofrecido. El aislamiento, miedo, insultos y divisiones sociales no pueden ser el camino a la grandeza de un presidente o de una nación.
México necesita que América sea grande. El destino de nuestros países está entrelazado por la geografía, historia, cultura, valores, y sí, por el TLC. Estamos destinados a ser socios y, como en cualquier sociedad, es difícil imaginar que uno de los socios triunfe y el otro pierda. Si usted es electo presidente, espero que sea capaz de definir el liderazgo innovador que los Estados Unidos necesitan y que nuestros tiempos demandan.
Pero, considéreme escéptico al respecto.