Equipo InfoesVida
Río de Janeiro, Brasil; 14 de agosto de 2016. La historia de Adelinde Cornelissen y su caballo “Parzival”, también merece el oro por el amor, amistad y lealtad entre dos seres que son un equipo y que juntos son invencibles.
El pasado 10 de agosto, la jinete de la delegación de Países Bajos en la categoría de equitación, publicó una carta en su cuenta de Facebook en donde explicaba sus motivos para abandonar la competencia. Las razones para ella son simples aunque no sea lo lógico para otras, que creen que hay que hacer lo que sea para obtener una medalla física en la máxima del deporte, los Juegos Olímpicos.
Jinete y caballo tenían experiencia en las competencias olímpicas, en Londres 2012 obtuvieron medallas de plata y bronce; Brasil sería la oportunidad de conseguir el oro. Ellos llegaron bien a la Villa Olímpica en Río de Janeiro pero Adelinde notó algo en su caballo.
Adelinde explicó que Parzival fue picado tiempo atrás por un mosquito que lo infectó con un virus que le produjo fiebre e hinchazón en la cabeza, y a pesar de que su compañero recibió atención médica y mostró señales de alivio no lo vio tan convencido momentos antes de entrar a la competencia.
“Cuando ingresé, sentí de inmediato que él ya había dado todo de sí, renuncié para protegerlo. Mi compañero, mi amigo, el caballo que ha dado todo por mí, su vida no merece esto…Así que di un saludo y dejé la arena”, comentó la jinete en su carta en Facebook.
¿Qué te parece la decisión que tomó Adelinde?
